Pechuga de pollo en salsa de miel y ajo

Si estás en ese momento de tu semana donde no sabes qué cocinar, esta receta es para ti.
Es justo el tipo de comida que enseño a planificar en mi workshop “Planificándote con el Corazón”: fácil, rápida, deliciosa y hecha con ingredientes que probablemente ya tienes. Porque cocinar rico no tiene que ser complicado, y planificar puede ser una herramienta de amor (y de paz mental).
¿Con qué lo puedes acompañar?
Este pollo queda buenísimo con arroz blanco, vegetales al vapor o papas rostizadas. También es perfecto para hacer meal prep: guarda las pechugas con un poco de salsa y acompáñalas con lo que tengas a mano durante la semana.
¿Por qué te va a encantar?
Porque tiene ese balance entre dulce, salado y ácido que lo hace adictivo.
Porque queda listo en menos de 30 minutos.
Y porque sí: parece de restaurante, pero se hace con cosas que ya tienes en casa.
Ingredientes
2 pechugas de pollo, cortadas a la mitad a lo largo
Sal y pimienta al gusto
1/4 taza de harina
Aceite de oliva
3 dientes de ajo, picaditos
1/3 taza de miel
2 cucharadas de salsa de soya
2 cucharadas de vinagre de manzana
Perejil picadito, para decorar
Procedimiento
Salpica 2 pechugas de pollo (cortadas a la mitad a lo largo) con sal y pimienta al gusto. Luego pásalas ligeramente por 1/4 taza de harina, sacudiendo el exceso. Calienta un chorrito de aceite de oliva en un sartén grande a fuego medio-alto y dora el pollo por ambos lados, unos 3–4 minutos por lado, hasta que estén cocidos. Retira el pollo y resérvalo.
En el mismo sartén, agrega un poco más de aceite si es necesario y sofríe 3 dientes de ajo picaditos hasta que estén fragantes (unos 30 segundos). Agrega 1/3 taza de miel, 2 cucharadas de salsa de soya y 2 cucharadas de vinagre de manzana. Revuelve bien y deja que la salsa burbujee por 2–3 minutos hasta que espese un poco.
Devuelve el pollo al sartén, bañándolo bien con la salsa, y deja que se impregne durante un minuto más. Sirve con perejil fresco picadito por encima.
Notas de cocina
Puedes sustituir el vinagre de manzana por vinagre blanco o de arroz.
Si no tienes miel, puedes usar sirope de maple (pero quedará un poquito menos espeso).
También puedes usar muslos deshuesados en lugar de pechuga, solo ajusta el tiempo de cocción.