Risotto de calabaza y salvia con jamón serrano crujiente
El risotto fue el primer plato que me hizo sentir que esto de la cocina se me podía dar bien 😅 y desde entonces siempre he intentado inventar con el y ver de qué forma puedo hacer cosas más divertidas que un simple risotto parmesano. Así llegue a este risotto de calabaza (en este caso usé butternut squash, pero puedes usar auyama o delicata o cualquier otro tipo de calabaza) con salvia y jamón serrano crujiente. Una explosión de contrastes que DE VERDAD será increíble.
El jamón serrano crujiente es uno de mis secretos favoritos en la cocina, es una forma super divertida y poco usual de hacer el jamón que sabe riquísima. Esta nueva textura le da un toque extra y hace un contraste con la cremosidad de la calabaza y el risotto en general, porque recuerda que el risotto debe quedar cremoso y no pastoso. Para hacer este nuevo secreto que te comparto literalmente solo debes colocar el jamón serrano en una sartén fría y prenderla a fuego medio, mientras la grasa se va consumiendo va dejando un jamón más “seco” y crujiente que puedes desbaratar con las manos y usar como tope para diversos platos y dar un toque especial. Te recomiendo que utilices algo como una parrilla mientras el serrano seca, así le entra aire por arriba y por abajo, pero sino la tienes un plato con papel servilleta hace el trabajo.
Y la salvia frita. OH WOW la salvia frita. Es algo tan sencillo, freír salvia en mantequilla, pero le da un toque nutty y crujiente a la que de otras maneras sería una hierba delicada y encima deja como beneficio un poco de mantequilla con sabor a hierbas que puedes usar para colocar arriba del risotto… así que es opcional pero depoldio, las cosas deliciosas no deberían ser opcionales.Pon tu canción o podcast favorito, Branca a cocinar y recuerda siempre que #elrisottoesunactodeamor.
Qué:
450 gr de calabaza, pelada y partida en cubos
1 cada aceite de oliva
Sal y pimienta
5 oz de jamón serrano, picada (aprox 4 o 5 tiras)
370 gramos o 2 tazas de arroz arborio o carnerolli
1 cebolla amarilla, picadita
3 dientes de ajo, picaditos
1 cda de salvia picada
75g (5 cdas de mantequilla)
1/2 taza de vino blanco de su preferencia (que sea bueno, y te lo vas bebiendo mientras cocinas)
6 tazas de caldo de pollo o vegetales
50 g (1/2 taza) de queso parmesano, rayado
Cómo:
Precalienta el horno a 200 C o 400 F. Coloca la calabaza en una bandeja para hornear y agrega 1 cda de aceite de oliva, sal y pimienta y lleva al horno por 30 minutos. Mientras, en una olla agrega el jamón serrano y ponla a fuego medio, cuando esté tostada retira. Agrega una cucharada de mantequilla e incorpora la cebolla, déjala sofreír por 3-4 minutos, hasta que esté suave y comenzando a dorar. Agrega el ajo y la salvia picada, cocina por 1 minuto o hasta que desprendan su olor. Agrega el arroz arborio y muévelo bien con el sofrito por 2 minutos o hasta que los bordes estén translúcidos. Para desglasar la olla y remover todo el sabor que está en el fondo, agrega el vino y una pizca de sal, y con una cuchara de madera remueve todo rapidamente, sube el fuego y deja cocinar el vino por 2 minutos o hasta que queme el alcohol. Reduce a fuego medio y agrega el caldo hasta que cubra el arroz, moviendo constantemente hasta que el arroz absorba todo el líquido y cuando pases la cuchara de madera por el centro se divida el arroz. Repetir esto hasta que todo esté cremoso y el arroz esté al dente. Mientras toma la calabaza Apaga el fuego y agrega 2 cucharadas de mantequilla, 3/4 del queso parmesano, 3/4 de los hongos y 3/4 de la tocineta, remueve todo y tapa la olla por 5 min.
Opcional (¿pero a quién engañas?)
Salvia frita en mantequilla
3 cdas de mantequilla
Un buen ramo de salvia
En una sartén pequeña coloca las 3 cdas de mantequilla y cuando se derritan y esté caliente, coloca la salvia, cocina por 1-2 minutos volteándola y cuando ya haya cambiado de color retira. Pasado 1 minuto coloca las hojas arriba del risotto.